El pasado 2 de abril la policía nacional detuvo en sus domicilios a compañeros de metro, ante sus familiares, sin saber de que eran acusados. 4 de ellos fueron retenidos en comisaría durante toda la noche, en espera de que un juez les tomara declaración. El día 3, fueron trasladados por la policía nacional a los juzgados de Málaga, en donde prestaron declaración, tras la cual el juzgado de instrucción núm. 4 acordó el sobreseimiento y archivo de la denuncia.
Hemos vivido una historia macabra, con actuaciones injustificadas y desproporcionadas por parte de Metro Málaga. Sorprende que la denuncia por “sabotaje y desordenes públicos”, que tramita Metro, la interponga tres días más tarde de los supuestos hechos. De ser cierto, la empresa habría puesto en grave riesgo la integridad de las personas usuarias del servicio. La actuación de Metro, es más bien una represalia por el ejercicio del derecho a la Huelga, y desde CCOO queremos decir, una vez más, que lo Huelga no es un delito, sino un derecho, aunque a algunos o algunas les resulte incómodo.
La empresa tiene una actitud intransigente y abusiva, desde que llegó al servicio, primando a unas personas sobre otras, y con unas actuaciones que hace inviable que continúe con la prestación de un servicio público. La actual dirección debería ser cesada por su incapacidad para dirigir un servicio de gran importancia para la ciudadanía malagueña. Por ello instamos a la Junta de Andalucía, responsable del transporte y quien es competente para ello, a que se implique y deje de ser juez y parte, como ha ocurrido al establecer unos servicios mínimos abusivos, que además no han sido respetados por Metro Málaga.