Desde hace tiempos casi inmemoriales hemos visto y oído a voces "expertas" insistir en la inviabilidad del sistema público de pensiones, acompañado de un desfile constante, por los distintos medios de comunicación, de "expertos" intencionadamente seleccionados, proclamando con una mano el hundimiento del sistema público de pensiones mientras con la otra agitan atrayentes trípticos ofreciéndonos la salvación para nuestra jubilación de la mano de las siempre benefactoras entidades bancarias.
Entre otras ideas nos están intentando convencer de que muchas/os de nosotras/os no llegaremos a disfrutar de una pensión pública y que la única opción posible es el sistema privado. Sin tener en cuenta que los planes de pensiones privados no ofrecen ninguna garantía y están sujetos a los periodos económicos, puesto que su resultado se ve sometido a los vaivenes de la economía en cada momento.
Llegados aquí cabe afirmar que en efecto el sistema, ahora mismo, está maltrecho. Pero ¿es necesario enterrarlo o el paciente todavía tiene vida?
La respuesta depende de ti. De tu capacidad de defender lo que es tuyo. Y por tanto, de todos y todas.
Entre otras ideas nos están intentando convencer de que muchas/os de nosotras/os no llegaremos a disfrutar de una pensión pública y que la única opción posible es el sistema privado. Sin tener en cuenta que los planes de pensiones privados no ofrecen ninguna garantía y están sujetos a los periodos económicos, puesto que su resultado se ve sometido a los vaivenes de la economía en cada momento.
Llegados aquí cabe afirmar que en efecto el sistema, ahora mismo, está maltrecho. Pero ¿es necesario enterrarlo o el paciente todavía tiene vida?
La respuesta depende de ti. De tu capacidad de defender lo que es tuyo. Y por tanto, de todos y todas.

Ya desde sus principios fueron muchas las voces que proclamaban que un sistema público de pensiones era inviable. En la década de los 90 con el déficit provocado en el sistema, ya se dio por muerto. Pero con el pacto de Toledo se demostró que no era así y se consiguió revitalizarlo. Gracias a lo cual muchas familias han podido resistir los duros envites a los que hemos sido sometidos usando el argumento de la crisis.
Ahora que el Gobierno, apoyado en cifras macroeconómicas, no cesa de repetir que hemos salido de la crisis, es el momento de exigir que se refleje en la sociedad. Sin embargo, asistimos a que los mismos que insisten en decir que ya se ha superado, continúan con políticas para seguir generando desigualdad y pobreza.
Así comprobamos que en estos momentos:
- se sigue saqueando la llamada “hucha de las pensiones “.
- las pensiones se revalorizan un 0,25% cada año. Muy por debajo del IPC, lo que conlleva una continuada pérdida de poder adquisitivo.
- la pensión más frecuente en España se sitúa alrededor de los 650€ mensuales (y la media entorno a los 918).
- se continúa adelante con la reforma llevada a cabo en 2013 (en plena crisis) y que supone entre otras cosas una fuerte bajada en las pensiones a partir de 2019 y que llevará a unas pensiones ínfimas a quienes vayan accediendo a la jubilación en los años sucesivos, si no revertimos dicha reforma.
- los salarios más altos no aportan más al fondo de pensiones al tener establecido el tope de cotización a partir de los 45.014 euros (todos los ingresos salariales que superan 3.751,20 euros/mensuales están exentos de cotización, ni por parte del trabajador ni por la empresa).
Pero no podemos dar por hecho que deba ser así, si nos informamos, concienciamos y nos movilizamos frente a estas políticas provocaremos, una vez más, un cambio en el sistema público de pensiones y demostraremos que es justo, necesario y beneficioso para el bien común de la sociedad.
Son muchas las medidas que se pueden introducir en el sistema para que sea totalmente viable, más justo y eficiente. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, el aumento en dos puntos de las cotizaciones de la patronal o la reducción de la tarifa plana, con las que se podrían recaudar más de 72.000 millones.
Por las pensiones actuales y por las futuras, por el beneficio social que implican, muévete, activate y lucha.
Es el momento de derogar o modificar sustancialmente la reforma de 2013 y abrir un proceso de negociación que garantice la viabilidad del Sistema Público de Pensiones.
Por todo ello te instamos a que te sumes a las movilizaciones. A partir del próximo día 30 de septiembre comienzan las marchas por las #pensionesdignas que concluirán el próximo 9 de octubre con una gran marcha en Madrid. Este es sólo uno de los pasos que se van a seguir dando hasta conseguir los objetivos expuestos.
En Málaga te convocamos a la marcha que se iniciará el sábado 30 de septiembre, a las 10:30 horas desde Autoridad Portuaria, en el Puerto de Málaga.