Transcurridos 18 meses del período de concentración de elecciones sindicales, CCOO contabiliza 122.600 representantes, 3.000 más que en 2006, situándose de nuevo como primer sindicato del país y ampliando su diferencia con el segundo, la UGT, en más de 7.000 representantes.
Esta victoria no ha sido fácil, teniendo en cuenta que la situación de partida no era idéntica para todos los sindicatos, debido a los 150 millones de euros que el Gobierno del PSOE otorgó a UGT en concepto de "devolución de patrimonio histórico", concepto éste más que discutido y pendiente de acreditar.
La aportación de la Federación de Servicios Públicos de CCOO a esta victoria alcanza un nuevo record histórico al superar los 11.370 representantes, unos 500 más que en el 2006, y cerca de 1.200 con respecto a 2003. En el seno de la Administración, CCOO y UGT aglutinan el 70% de la representación total, dispersándose el resto de representación en una maraña de intereses corporativos y gremialistas que poco aportan a la defensa y mejora de los servicios públicos y a la consolidación y homogeinización de los derechos y garantías del personal al servicio de las administraciones y servicios públicos.
Por último, destacar que esta victoria pone de manifiesto la relevancia de CCOO en las diferentes mesas de negociación que se vayan convocando en los diferentes sectores productivos, ya que jugará un papel crucial en la defensa de los intereses y derechos de los trabajadores.